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Historia de la Crostata

Hablar de la Crostata es hablar de la pasta frolla, un término que hace referencia a la textura "quebradiza" de la masa utilizada para su elaboración. Típica de Italia, pero reconocida en otras partes del mundo, la Crostata se rellena generalmente con mermeladas de fresas, duraznos, albaricoques o incluso ricota. En países de Latinoamérica como en Argentina, su relleno típico es de Membrillo, tradición que se remonta a España, quienes también utilizaban membrillos para sus rellenos influenciados por el mundo Árabe.

Las primeras formas de lo que hoy conocemos como crostata tienen su origen en los antiguos romanos y griegos, quienes elaboraban masas simples a base de agua y harina para crear "contenedores" que protegían la carne y otros alimentos durante la cocción.

Las versiones más modernas de la crostata comenzaron a tomar forma en el Renacimiento, específicamente en Génova, donde la pastelería se desarrolló y las recetas se diversificaron y enriquecieron. Aunque la pasta frolla no es el único tipo de masa utilizada para la crostata, se consolidó como la más empleada en esa región.

Otra versión sugiere que sus orígenes son napolitanos, e incluso circula una leyenda fantástica que combina sirenas y crostatas en la misma historia. Partenope, una sirena que visitaba el Golfo de Posilipo una vez al año, era homenajeada por los lugareños con la deliciosa crostata. Otra leyenda cuenta que las monjas del convento de San Gregorio Armeno fueron las creadoras de esta tarta.

Sea cual sea su origen, estamos muy contentos de elaborarla para todos ustedes. Un dulce simple y delicioso que no puedes dejar de probar. Te invitamos a disfrutar de nuestras crostatas, hechas con una receta 100% artesanal e italiana, para que puedas saborear la leyenda.

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